“¿Qué pretexto hallaremos
contra él?” Job 19:28
¿Conoces a alguien que
frecuentemente tiene un pretexto para cualquier situación? Es probable que sí.
Constantemente escuchamos pretextos de estudiantes que no quieren ir a la
escuela, de personas que tratan de justificar su inasistencia a una cita, de gente
que no ha cumplido con algún quehacer, incluso para no comerse la ensalada o la
sopa. Pero, ¿qué es un pretexto?
Un pretexto es un dicho expresado
por alguien para disculparse por algo. Es una razón, motivo o circunstancia que
alguien alega como justificación o causa de un comportamiento y que en realidad
no existió o no tuvo que ver con lo que hizo. Un pretexto también es la
justificación de la que alguien se vale para hacer o tratar de hacer algo,
particularmente la que le sirve para actuar ocultando sus verdaderas
intenciones.[1]
Las excusas son una forma pobre de
acallar la conciencia; es un recurso barato para evadir responsabilidades y no
cumplir con los compromisos. En ocasiones los pretextos se vuelven molestos y
causan diferencias entre las personas. Dar evasivas, con frecuencia, aleja a
los amigos y produce desconfianza de los padres hacia los hijos y viceversa.
Leer “Dios te puede llamar aún”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/10/dios-te-puede-llamar-aun.html
Algunos personajes bíblicos
osaron darle al Señor un pretexto para no cumplir una ordenanza divina; ante la
indicación celestial, trataron de evadir sus responsabilidades con una excusa.
Por ejemplo, Moisés envió a doce espías a reconocer la Tierra Prometida, y al
menos diez de ellos, presentaron un informe desalentador sobre las
posibilidades reales de la conquista.
Fueron claros al decir que
no podían conquistar aquellas tierras porque sus habitantes eran personas de
gran estatura y que además vivían gigantes allí; que se veían como langostas
frente a ellos y ellos a su vez también los veían así.[2]
Estos razonamientos ahogaron la voz de Caleb que proponía lo contrario:
"Subamos en seguida, que más podremos nosotros que ellos".[3]
A veces los pretextos
destruyen el ánimo, incluso, de todo un pueblo. ¿Con qué frecuencia recurres a
los pretextos?
Por Galdino Enríquez Antonio
Leer “Del sueño a la realidad”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/del-sueno-la-realidad.html
Leer “En busca de lo que se ha perdido”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/en-busca-de-lo-que-se-ha-perdido.html
[1]
“PRETEXTO”. Diccionario del español usual en México. (2002) Dirigido por Luis
Fernando Lara. México, SEP. El Colegio de México. Pág. 725
[2]
Números 13:27-33
[3]
Números 13:29
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