martes, 28 de junio de 2016

¿Cuáles son las posturas de oración que podemos usar?

“No obstante, atiende a la oración de tu siervo, a su ruego, oh Eterno, Dios mío. Oye el clamor la oración con que tu siervo ora ante ti.” 2º de Crónicas 6:19
             Habitualmente se acompaña el acto de la oración con alguna postura física, como juntar las palmas de las manos, o mostrar las manos abiertas; abrir los brazos formando una cruz; mirar hacia el cielo, o bien bajar la mirada u ocultar el rostro entre las manos; realizar movimientos en forma de vaivén; y postrarse o humillarse de algún modo, como arrodillarse o inclinarse.
Entre las religiones del mundo, no existe una forma única para elevar oraciones. Por ejemplo,  la oración musulmana requiere un ritual de posturas muy codificado, que incluye inclinarse en dirección a la Meca, ciudad sagrada para ellos. También han diseñado las alfombras de oración (Alfombra de Baluch).

Así mismo encontramos los reclinatorios en el catolicismo para persignarse, mientras que los judíos contemporáneos no se inclinan. Sin embargo, se inclinaban al recitar rezos, y en la actualidad mantienen un ritual de oración con vaivén frente al muro de las lamentaciones y los textos sagrados.
Los etíopes modernos tienen la costumbre de la inclinación, probablemente debido a los judíos que emigraron a Etiopía en la antigüedad. La inclinación etíope es similar a la inclinación japonesa. Pueden entenderse como formas de oración budista la repetición de mantras y el mero hecho de dar vueltas a un molinillo de oraciones.

Veamos algunos ejemplos bíblicos sobre la postura que asumieron sus protagonistas. Tenemos el caso de Josué el día en el que se le presentó el príncipe del Ejército de Jehová. Ese día Josué se postró sobre su rostro en tierra y se quitó el calzado de sus pies, para adorarle. [i]
Esdras tras escuchar las noticias no tan gratas que le trajeron desde Israel, rasgó su vestido y su manto; incluso arrancó pelo de su cabeza y de su barba. Lo que hizo fue sentarse extremadamente angustiado hasta la hora del sacrificio. Llegada la hora del sacrificio por la tarde se postró de rodillas y extendió sus manos a Dios.[ii]
Una serie de acontecimientos entorno a sus posesiones y su familia hizo que Job buscara a Dios en oración. El registro sagrado menciona que después de escuchar lo que sus siervos le dijeron se levantó y rasgó su manto y rasuró su cabeza. Luego se postró en tierra y adoró.[iii] Lo que significa que se arrodilló delante de Dios reverentemente.
¿Cuál de estas posturas usas? En la próxima entrega mostraremos otras posturas de oración que tuvieron otros personajes bíblicos.
Por Galdino Enríquez Antonio 



[i] Josué 5:13-15
[ii] Esdras 9:1-5
[iii] Job 1:20

viernes, 24 de junio de 2016

La oración, ¿significa lo mismo para todos?

“Que tu ojos estén atentos a la oración de tu siervo y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo lo que te invoquen.” 1º de Reyes 8:52

La oración es la actividad más sublime que es capaz de realizar el espíritu humano,[i] escribió Elizabeth George. La oración es adoración, es la manera en que buscamos la voluntad de Dios… y también la sabiduría de Dios.[ii] La oración es mucho más que una disciplina espiritual o un ejercicio piadoso. Es la llave que permite tener acceso a los recursos ilimitados del cielo.

La oración no debe ser considerada como una actividad religiosa más, mucho menos como un Burger King celestial, donde se pueda obtener las bendiciones al gusto de uno y al instante. La oración no es otra arma en nuestro arsenal espiritual.[iii] La oración es la comunicación reverente con Dios, durante la cual, la persona da gracias y pide bendiciones.[iv]


La oración es la forma como luchamos. La oración es el plan de la batalla. Es la forma como enfrentamos al enemigo. Es el recurso divinamente señalado por medio del cual cooperamos con Dios en la edificación de su reino.[v] La oración es un estilo de vida, por lo tanto, es importante arreglar nuestra cotidianidad en pro de ella.

La oración es comunicación con Dios y ocurre cuando un hombre habla con Dios. No hay nada que tema tanto Satanás, como el que estemos en comunión constante con Dios como lo hizo Enoc, como lo hizo también Job.

En la Biblia encontramos diversas expresiones que definen a la oración. En Génesis 12:8, refiere que Abram invocó el nombre de Jehová (oró), tras haber levantado un altar y presentar sacrificio. Orar también es clamar a Dios[vi], como el clamor que subió de los hijos de Israel con motivo de su servidumbre[vii].


Orar es acercarse a Dios con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,[viii] nos dice el apóstol Pablo. Orar es presentarse delante de Dios[ix], es levantar el alma[x] y el corazón[xi] a Jehová. Derramar el corazón delante de Dios[xii], es la forma de orar que David aconseja a los pueblos. Orar es derramar el alma delante de Jehová[xiii] como lo hizo Ana cuando oraba por un hijo.

Orar es buscar a Dios, es rogar al Todopoderoso[xiv]; orar es buscar el rostro de Jehová[xv]. Orar es platicar, charlar, conversar con Dios. Es presentar a Dios nuestras necesidades, tristezas, cuidados y temores[xvi]. Es nuestra oportunidad de someter nuestro ser entero al Amo y Señor del universo.

De todas estas definiciones de amor, ¿cuál adquiere mayor significado para ti?

Por Galdino Enríquez Antonio

Leer “Dios llama a los niños a servirle”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/dios-llama-los-ninos-servirle.html




[i] George, Elizabeth. El llamado de una joven a la oración. Editorial Unilit. Miami, Florida. 2005. Pág. 08
[ii] Ibíd. 43, 93.
[iii] Maxwell, Randy. Si mi pueblo orara. Agencia de Publicaciones México Central, A. C. México, D. F. Pág. 11, 47.
[iv] Wikipedia
[v] Maxwell, Randy. Si mi pueblo orara. Agencia de Publicaciones México Central, A. C. México, D. F. Pág. 47, 87.
[vi] Salmo 27:7; 34:6
[vii] Éxodo 2:23-24
[viii] Hebreos 10:22
[ix] Salmo 5:3
[x] Salmo 25:1
[xi] Lamentaciones 3:41
[xii] Salmo 62:8
[xiii] 1º Samuel 1:15
[xiv] Job 8:5
[xv] Salmo 27:8
[xvi] White, Elena G. de. El Camino a Cristo.

miércoles, 22 de junio de 2016

¿Qué es la oración realmente?

“Oh Dios, escucha mi oración, atiende las palabras de mi boca.” Salmo 54:12
El término oración es utilizado para referirnos a distintos asuntos. Por ejemplo, gramaticalmente corresponde a un conjunto de palabras con que se expresa un sentido filológico completo. Es decir, una frase o un pensamiento estructurado lingüísticamente. También es usado para referirse a una obra de elocuencia (oratoria), razonamiento pronunciado en público a fin de persuadir a los oyentes o mover su ánimo.[i]

La aplicación del término oración que nos ocupa en esta oportunidad, es el que corresponde al terreno religioso. Para este caso, tiene varios sinónimos: orar, rezar, suplicar, rogar, deprecación, petición, entre otros.


Según los define el diccionario, orar es rezar, suplicar.[ii] Y una súplica es rogar, es decir, pedir con humildad.[iii] En tanto que rezar significa recitar oraciones religiosas.[iv] El rezo consiste en la recitación de una oración escrita.[v] Por otro lado, la oración en sí, es hacer una plegaria,[vi] en otras palabras, súplica ferviente.[vii]

Para la Real Academia Española de la Lengua, orar, es hacer oración a Dios, vocal o mentalmente. Por tanto, la oración es súplica, ruego que se hace a Dios. Es una elevación de la mente a Dios para alabarlo o pedirle mercedes.


Elena G. de White, escribe que orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo.[viii] Como ejemplos de quienes platicaron con Dios como con un amigo encontramos a Enoc, Noé, Abraham, Moisés, Elías, Samuel y David. La misma escritora nos dice que la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de Omnipotencia.[ix] Menciona además, que la oración es el aliento del alma. El secreto del poder espiritual[x] que cada uno de nosotros podemos llegar a tener.


Para Carlos E. Aeschlimann H., la oración es hablar con Dios con nuestras propias palabras, para contarle las necesidades que nos afligen.[xi] Orar es una de las más elevadas y fructíferas actividades del entendimiento, la conciencia y la voluntad del hombre. Pone al ser humano en contacto directo con Dios, en la corriente de pensamiento, el amor y el poder infinito del ser supremo.[xii]


Por Galdino Enríquez Antonio


[i] “Oración”. Diccionario de la Real Academia Española de la lengua. Microsoft® Encarta® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
[ii] Campillo Cuautli, Héctor. Diccionario Academia Secundaria. Fernández Editores. México, D. F. 1998. Pág. 404.
[iii] Ibíd. 516
[iv] Ibíd. 486
[v] Aeschlimann H., Carlos E. La Fe de Jesús. Pág. 10
[vi] Campillo Cuautli, Héctor. Diccionario Academia Secundaria. Fernández Editores. México, D. F. 1998. Pág. 404.
[vii] Ibíd. 435
[viii] White, Elena G. de. El Camino a Cristo. Gema Editores. México, D. F. Pág. 91
[ix] Ibíd. Pág. 93
[x] White. Fragantes Promesas. APIA. Miami, Florida. 2008. Pág. 101-102.
[xi] Aeschlimann H., Carlos E. La Fe de Jesús. Pág. 10
[xii] Penerini, Héctor J. Trad.  Las hermosas enseñanzas de la Biblia. Agencia de Publicaciones México Central, A. C. Pág. 611

lunes, 20 de junio de 2016

¿Por qué deberíamos orar todos?

“Con todo, atiende a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Eterno Dios mío; oye el clamor y la oración que tu siervo eleva hoy ante ti.” 1º de Reyes 8:28

            “¿Por qué debemos orar?” Esta pregunta la han planteado muchas personas, creyentes cristianos incluso. Si Dios es Todopoderoso y él sabe nuestras necesidades, ¿por qué debemos orar? Surge, entonces, una discusión muy interesante entre los hombres de fe y los que no lo son.

            Orar es la forma como nos comunicamos con Dios. No hay otro medio. No hay ningún número telefónico al cual marcar. No existen redes sociales. Tampoco sistema de mensajería. Orar es la inmejorable manera de hacerlo. Es tan efectiva que, la línea nunca está ocupada. No cuesta nada y no tiene horarios. No hay que ir a algún lugar en específico. Además, recibimos atención especializada de parte de Dios mismo, él siempre está atento a nuestras súplicas.

Primera Parte: leer “No se ve”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/no-se-ve.html

Debemos orar, porque “la oración refleja nuestra dependencia de Dios.”[1] Si no oramos, si no dependemos de Dios, moriremos espiritualmente por esa falta de contacto con el Dios viviente.

Los seres humanos vagamos por este mundo, muchas veces, sin saber a dónde ir. La oración nos permite acercarnos al trono de la gracia divina. Le devuelve sentido a nuestra existencia. Nos da seguridad en medio de este mar de confusión.  “La manera más segura de garantizar que descubras la voluntad de Dios, es a través de la oración”.[2]

Segunda Parte: leer “Muéstremelo”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/muestremelo.html

 “Por medio de la oración podemos dar solución a muchos de nuestros problemas”.[3] Tener un mal carácter, ser mentiroso, amar el chisme, tener orgullo, abrazar la envidia, son problemas que, con la oración, el ser humano podrá enfrentar con eficacia.

“Cuando hacemos de la oración una línea permanente de comunicación con el cielo, recibimos la dirección del Espíritu Santo. Él es quien nos muestra cuál es la voluntad de Dios. También nos da la fuerza física y espiritual para sostenernos en medio de las dificultades y crisis.[4]

 “El que más se arrodilla, es el mejor en mantenerse en pie.” D. L. Moody

Por Galdino Enríquez Antonio

Tercera Parte: leer “¿Lo sientes?”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/lo-sientes.html



[1] Llamado 30
[2] Ibíd. 96
[3] Promesas 32
[4] Ibíd. 32-33

jueves, 2 de junio de 2016

No necesitas ser Sansón

“Pero el Espíritu del Señor descendió sobre él, las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado, y las ataduras cayeron de sus manos.” Jueces 15:14
            Sansón es uno de los personajes bíblicos que más admiran los niños por la fuerza física que llegó a tener. En los capítulos 13 al 16 del libro de los jueces, la Biblia narra desde su nacimiento hasta su muerte. De las vicisitudes de este interesante personaje podemos aprender grandes lecciones para nuestra vida.
            Se califica a Sansón como el hombre más fuerte que registra la Biblia por numerosos eventos en el que él participó. Como cuando se enfrentó a un leoncillo y matarlo sin tener ningún tipo de arma entre sus manos. Por atrapar a 300 zorras o matar a 1,000 filisteos con una quijada de burro. También por cargar sobre sus hombros las puertas de la ciudad de Gaza y despojar de sus prendas a 30 hombres en muy poco tiempo. Fue atado en varias ocasiones y las cuerdas no pusieron resistencia ante la fuerza de sus manos.
Leer: “Quién es una persona de éxito?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/01/quien-es-una-persona-de-exito.html
            Su cabellera ha sido considerada, por algunos, la fuente de su fortaleza física, pero no es así. Absalón, hijo de David, tenía una cabellera larga y hermosa; también Samuel tuvo una cabellera muy larga. Sin embargo, no tuvieron la fuerza física que Sansón llegó a desplegar.
            Pero algo interesante. Las proezas que Sansón llegó realizar, también fueron ejecutadas por otros personajes bíblicos, incluso muchos superaron los logros de él. Por ejemplo, Noé tuvo la oportunidad de encerrar a más animales en el arca, que las 300 zorras que Sansón atrapó. Samgar enfrentó a 600 hombres y Elías a 850 hombres, sin que ambos tuvieran las fuerzas que Sansón tenía. Josué no cargó ninguna puerta de Jericó, pero sí derribó sus murallas. David y Daniel enfrentaron leones sin ser Sansón y los vencieron.
Leer: “Cualidades de una persona de éxito”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/01/cualidades-de-una-persona-de-exito.html
            Cada vez que Sansón enfrentaba un reto, el relato bíblico señala que el Espíritu de Dios descendía sobre él y así, obraba en favor del pueblo de Dios. Por eso los otros personajes, David, Daniel, Noé, Elías, Samgar, Josué, que no tenían la fortaleza física de Sansón, lograron grandes hazañas.

            Tú también puedes lograr grandes acciones en tu vida cotidiana y espiritual, lo único que tienes que hacer es, dejar que el Espíritu de Dios obre en tu vida.
Por Galdino Enríquez Antonio