“Con todo, atiende a la oración de tu
siervo, y a su plegaria, oh Eterno Dios mío; oye el clamor y la oración que tu
siervo eleva hoy ante ti.”
1º de Reyes 8:28
“¿Por
qué debemos orar?” Esta pregunta la
han planteado muchas personas, creyentes cristianos incluso. Si Dios es
Todopoderoso y él sabe nuestras necesidades, ¿por qué debemos orar? Surge,
entonces, una discusión muy interesante entre los hombres de fe y los que no lo
son.
Orar es la forma como nos
comunicamos con Dios. No hay otro medio. No hay ningún número telefónico al
cual marcar. No existen redes sociales. Tampoco sistema de mensajería. Orar es la inmejorable manera de hacerlo. Es tan efectiva que, la línea nunca está ocupada.
No cuesta nada y no tiene horarios. No hay que ir a algún lugar en específico.
Además, recibimos atención especializada de parte de Dios mismo, él siempre
está atento a nuestras súplicas.
Primera Parte: leer
“No se ve”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/no-se-ve.html
Debemos orar, porque “la oración refleja nuestra dependencia de
Dios.”[1]
Si no oramos, si no dependemos de Dios, moriremos espiritualmente por esa falta
de contacto con el Dios viviente.
Los seres humanos vagamos por este
mundo, muchas veces, sin saber a dónde ir. La
oración nos permite acercarnos al trono de la gracia divina. Le devuelve
sentido a nuestra existencia. Nos da seguridad en medio de este mar de
confusión. “La manera más segura de
garantizar que descubras la voluntad de Dios, es a través de la oración”.[2]
Segunda Parte: leer
“Muéstremelo”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/muestremelo.html
“Por medio de la oración podemos dar solución
a muchos de nuestros problemas”.[3]
Tener un mal carácter, ser mentiroso, amar el chisme, tener orgullo, abrazar la
envidia, son problemas que, con la oración, el ser humano podrá enfrentar con
eficacia.
“Cuando hacemos de la oración una
línea permanente de comunicación con el cielo, recibimos la dirección del
Espíritu Santo. Él es quien nos muestra cuál es la voluntad de Dios. También nos da la fuerza física y espiritual para
sostenernos en medio de las dificultades y crisis.”[4]
“El que más se arrodilla, es el mejor en
mantenerse en pie.” D. L. Moody
Por Galdino Enríquez Antonio
Tercera Parte: leer
“¿Lo sientes?”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/lo-sientes.html
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