viernes, 24 de junio de 2016

La oración, ¿significa lo mismo para todos?

“Que tu ojos estén atentos a la oración de tu siervo y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo lo que te invoquen.” 1º de Reyes 8:52

La oración es la actividad más sublime que es capaz de realizar el espíritu humano,[i] escribió Elizabeth George. La oración es adoración, es la manera en que buscamos la voluntad de Dios… y también la sabiduría de Dios.[ii] La oración es mucho más que una disciplina espiritual o un ejercicio piadoso. Es la llave que permite tener acceso a los recursos ilimitados del cielo.

La oración no debe ser considerada como una actividad religiosa más, mucho menos como un Burger King celestial, donde se pueda obtener las bendiciones al gusto de uno y al instante. La oración no es otra arma en nuestro arsenal espiritual.[iii] La oración es la comunicación reverente con Dios, durante la cual, la persona da gracias y pide bendiciones.[iv]


La oración es la forma como luchamos. La oración es el plan de la batalla. Es la forma como enfrentamos al enemigo. Es el recurso divinamente señalado por medio del cual cooperamos con Dios en la edificación de su reino.[v] La oración es un estilo de vida, por lo tanto, es importante arreglar nuestra cotidianidad en pro de ella.

La oración es comunicación con Dios y ocurre cuando un hombre habla con Dios. No hay nada que tema tanto Satanás, como el que estemos en comunión constante con Dios como lo hizo Enoc, como lo hizo también Job.

En la Biblia encontramos diversas expresiones que definen a la oración. En Génesis 12:8, refiere que Abram invocó el nombre de Jehová (oró), tras haber levantado un altar y presentar sacrificio. Orar también es clamar a Dios[vi], como el clamor que subió de los hijos de Israel con motivo de su servidumbre[vii].


Orar es acercarse a Dios con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,[viii] nos dice el apóstol Pablo. Orar es presentarse delante de Dios[ix], es levantar el alma[x] y el corazón[xi] a Jehová. Derramar el corazón delante de Dios[xii], es la forma de orar que David aconseja a los pueblos. Orar es derramar el alma delante de Jehová[xiii] como lo hizo Ana cuando oraba por un hijo.

Orar es buscar a Dios, es rogar al Todopoderoso[xiv]; orar es buscar el rostro de Jehová[xv]. Orar es platicar, charlar, conversar con Dios. Es presentar a Dios nuestras necesidades, tristezas, cuidados y temores[xvi]. Es nuestra oportunidad de someter nuestro ser entero al Amo y Señor del universo.

De todas estas definiciones de amor, ¿cuál adquiere mayor significado para ti?

Por Galdino Enríquez Antonio

Leer “Dios llama a los niños a servirle”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/dios-llama-los-ninos-servirle.html




[i] George, Elizabeth. El llamado de una joven a la oración. Editorial Unilit. Miami, Florida. 2005. Pág. 08
[ii] Ibíd. 43, 93.
[iii] Maxwell, Randy. Si mi pueblo orara. Agencia de Publicaciones México Central, A. C. México, D. F. Pág. 11, 47.
[iv] Wikipedia
[v] Maxwell, Randy. Si mi pueblo orara. Agencia de Publicaciones México Central, A. C. México, D. F. Pág. 47, 87.
[vi] Salmo 27:7; 34:6
[vii] Éxodo 2:23-24
[viii] Hebreos 10:22
[ix] Salmo 5:3
[x] Salmo 25:1
[xi] Lamentaciones 3:41
[xii] Salmo 62:8
[xiii] 1º Samuel 1:15
[xiv] Job 8:5
[xv] Salmo 27:8
[xvi] White, Elena G. de. El Camino a Cristo.

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