martes, 26 de julio de 2016

¿También se puede orar en estos lugares?

Escucha, oh Dios, mi oración, no te escondas de mi súplica. Salmo 55:1

En medio de las multitudes, en las calles o en medio de una sesión de negocios, podemos elevar a Dios una oración… Orad en vuestro gabinete; mientras atendéis vuestro trabajo cotidiano levantad a menudo vuestro corazón a Dios.[i] Aprovechad toda oportunidad de ir donde se suele orar.[ii] Especialmente durante los cultos de oración.
Habitualmente el templo y las sinagogas eran los lugares de oración en la antigüedad. Quienes no podían orar en esos lugares establecidos, podían orar en el campo, en casa o en su cama. Podemos imitarlos cuando no es día u hora de culto.
 En las esquinas de las calles se realizaban las transacciones comerciales.  Si los fariseos se encontraban en "las esquinas de las calles" a la hora designada para la oración, asumían una actitud de oración y en alta voz recitaban las frases formales que comúnmente empleaban para orar.  Sin duda muchos se las arreglaban para estar en lugares públicos a esas horas especiales.[iii]
 Cuando Jesús era niño, le gustaba salir al campo para meditar en los verdes valles, para orar a Dios en la ladera de la montaña o en medio de los árboles del bosque.[iv] Después de salir del agua, tras ser bautizado, Jesús se arrodilló en oración a orillas del río Jordán.[v] Pero también pasaba noches enteras orando en las montañas.[vi]
 Jesús tuvo varios lugares de oración. En ocasión de la alimentación de los cinco mil, era un lugar desierto y apartado.[vii] En ese paraje alzo lo ojos para pedir la bendición por los peces y los panes. Otros de los sitios que frecuentaba Jesús para orar eran los montes. Es decir, los cerros que rodean el mar de Galilea.[viii] También tenía un lugar de retiro regular para orar, era el Monte de los Olivos.[ix] Oró en la cruz.[x] Aconsejó orar en nuestra recámara, cerrada la puerta en secreto.[xi]
 ¿Ya tienes tu espacio íntimo de oración?
Por Galdino Enríquez Antonio
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[i] White, Elena G. de. El Camino a Cristo. Agencia de Publicaciones México Central, A. C. México, D. F. Pág. 89.
[ii] Ibíd. 88
[iii] “Mateo 6:5”. Cometario Bíblico Adventista. Consultado en la Biblioteca Electrónica: Fundamentos de Esperanza.
[iv] White, Elena G. de. Vida de Jesús. Publicaciones Interamericanas. Mountain View, California. 1982. Pág. 38.
[v] White, Elena G. de. El deseado de todas las gentes. Publicaciones Interamericanas. México D. F. 1977. Pág. 85.
[vi] Ibíd. Pág. 388.
[vii] Mateo 14:13-21
[viii] “Mateo 14:23”. Cometario Bíblico Adventista. Consultado en la Biblioteca Electrónica: Fundamentos de Esperanza.
[ix] Lucas 22:39
[x] Lucas 23:46
[xi] Mateo 6:6

viernes, 22 de julio de 2016

¿Dónde orar?

“Oh Dios, escucha mi oración, atiende las palabras de mi boca.” Salmo 54:2

Ana se presentó en el Templo a orar, he hizo voto delante de Jehová.[i] En cierta ocasión Pedro subió a la azotea a orar y tener comunión con el padre.[ii] Daniel tenían la costumbre de orar en su recamara, abiertas las ventanas que daban hacia Jerusalén.[iii] Los tripulantes del barco en el que huía Jonás de la presencia de Dios, oraron en la cubierta del barco mientras los azotaba una horrible tormenta.[iv] Más tarde, Jonás mismo oró desde el vientre de un pez.[v]
Cuando el sacerdote ofrecía incienso, entraba en el santuario, en tanto que el pueblo quedaba a las afueras del santuario orando para que sus pecados fueran perdonados.[vi] Elías oró junto al altar que construyó en el Monte Carmelo, para pedirle a Dios su intervención.[vii]
Los cristianos de Filipo, solían hacer la oración a las afuera de la ciudad, junto al río.[viii] Pablo y Silas oraron y cantaron himnos a Dios en un calabozo con los pies en el cepo.[ix] Pablo siendo acompañado por varios cristianos de Tiro, oró de rodillas en la playa.[x] Esteban oró a Dios mientras era apedreado a las afueras de Jerusalén.[xi] 

Siempre que se pueda, cada uno debería tener un lugar especial para orar: en la sala, en el estudio, en la recámara, en la oficina. El lugar secreto de comunión de Moisés con Dios fue un monte (solitario, alejado del bullicio). En nuestro lugar secreto de oración, podemos contemplar el ideal de Dios para la humanidad y también para nosotros. [xii]
Enoc se retiraba a orar con frecuencia y lo hacía en medio de la naturaleza; Natanael lo hizo debajo una higuera y Jesús lo vio, interesante, ¿no?[xiii] Del lugar secreto de oración, fue de donde vino el poder que hizo estremecer al mundo en los días de la gran reforma.[xiv] Si le pusiéramos nombres y apellidos a este hecho, Martín Lutero sería el primero.
 ¿Dónde oras tú?
Por Galdino Enríquez Antonio

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[i] 1º Samuel 1:9-18
[ii] Hechos 10:9
[iii] Daniel 6:10
[iv] Jonás 1:14
[v] Jonás 2:1
[vi] Lucas 1:10
[vii] 1º Reyes 18:36
[viii] Hechos 16:12-13
[ix] Hechos 16:24-25
[x] Hechos 21:5
[xi] Hechos 7:59
[xii] White, Elena G. de. La educación. APIA. Miami, Florida. 1987. Pág. 258.
[xiii] White, Elena G. de. El deseado de todas las gentes. Publicaciones Interamericanas. México D. F. 1977. Pág. 114.
[xiv] White, Elena G. de. Seguridad y paz en el conflicto de los siglos. Gema Editores. México, D. F. Pág. 222.

jueves, 14 de julio de 2016

¿Cómo orar?

“Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estuve en angustia, tú me aliviaste. Ten misericordia de mí, y oye mi oración.” Salmo 4:1
Karla creció en un hogar donde aprendió a orar de rodillas junto a su lecho. Colocaba sus codos al borde de la cama y juntaba sus manitas a la altura de su pecho mientras cerraba los ojos. Esta escena se repetía cada día por la mañana al levantarse y también a la hora de irse a dormir por las noches.
Una mañana fresca de otoño se despertó y su primera tarea fue orarle al Señor. Ese día puso en las manos de Dios las actividades correspondientes y en especial por el examen que presentaría en la escuela. Después de darse un baño y ponerse guapa con el uniforme de la escuela, bajó a tomarse el desayuno.
Sin darse cuenta de la hora, a la familia se le hizo tarde y Karla no pudo terminar el desayuno. Con cierta prisa subieron al auto y en el camino comenzó a caer una lluvia ligera. Al llegar a la escuela, solo tuvieron sus padres la oportunidad de dejarla en el pórtico y se marcharon a sus centros de trabajo. En su preocupación de no mojarse, Karla esperó un momento más, pero la lluvia arreció.
 Leer “¿Cuántas posturas de oración existen?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/07/cuantas-posturas-de-oracion-existen.html

Al poco rato la campana de su escuela llamó a clases y ella salió corriendo de su espacio de protección. Pero al hacerlo resbaló y cayó en un pequeño charco de agua que se había formado en el patio de la escuela. Se ensució el uniforme y unos alumnos de la escuela se rieron y se burlaron de ella. Muy apenada se levantó y se dirigió a su salón.
Después de la bienvenida, la maestra del grupo les hizo llegar el examen del día. Fue un examen difícil y les llevó gran parte de la mañana. Pronto llegó la hora del recreo, donde era común ver a Karla jugar y divertirse en esos pocos minutos. Pero ese día no fue así. Con el uniforme sucio, le dio pena recorrer el patio de la escuela, por lo que se sentó en el pretil que rodeaba al árbol frente a su salón.
 Tomó su lonchera y colocó su emparedado en sus piernas en tanto que le quitaba la tapa-rosca al recipiente de su bebida. Mientras comía lo que su mamá la había preparado, un niño pasó corriendo junto a ella y golpeó sus rodillas; su lonche terminó en el suelo todavía mojado. Sin poder contener las lágrimas corrió a su salón y se sentó en su banca hasta que terminó el recreo.

Por Galdino Enríquez Antonio 

Cómo orar (segunda parte)

"Oye mi oración, oh Eterno, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas, porque ante ti soy peregrino y advenedizo, como todos mis padres.” Salmo 39:12

Leer la primera parte de la historia en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/07/como-orar-segunda-parte.html

Cuando volvieron sus otros compañeros al salón, la maestra les dio la noticia que había terminado de calificar los exámenes y se los entregó. La tristeza fue notoria en su rostro: ¡había reprobado el examen! El resto de la mañana no fue alegría para ella, sino de desencanto y congoja. Y para coronar la pena de ese día en la escuela, a su mamá se le hizo tarde venir a buscarla y fue la última alumna en irse de la escuela ese día.

Cuando subió al auto, entre sollozos le platicó a su mamá todo lo que había pasado en la escuela con ella, mientras le reclamaba por su tardanza en venir a buscarla. Con una sonrisa en los labios su mamá quiso consolarla diciéndole que todo iba ha estar bien. Le prepararía una rica comida y juntas harían la tarea por la tarde.

Cuando ella bajó a comer, descubre que la rica comida era una sopa de verduras, algo que a ella no le era de agrado. Su mamá le prometió un helado si se lo acababa todo. Por amor al helado, con muchos esfuerzos se terminó la sopa. Cuando su mamá terminó de recoger la cocina, salieron juntas por el helado.

Karla pidió un helado de tres sabores, y encantada, llegó a su casa disfrutándolo.  Cuando abrió la puertezuela del patio de la casa, su mascota saltó hacia ella y golpeó su helado, éste cayó al suelo. Eso fue la gota que derramó el vaso de su triste día.

Subió a su cuarto y se encerró el resto de la tarde. Tampoco quiso bajar a cenar. Como última indicación del día, su mamá le dijo que no olvidara orar antes de dormir.

Esa noche no quiso orar. Estaba molesta con Dios y se acostó sin orar. Apagó la lámpara de su habitación y se dispuso a dormir. Se colocó de lado, boca abajo, giró a la derecha, a la izquierda; se puso boca arriba, colocó las almohadas entre sus piernas, se sentó… hizo de todo para tratar de conciliar el sueño y no logró nada. Ya era muy tarde y no podía estar dormida.

Estaba tan molesta que comenzó a reclamarle a Dios. Le refirió todo lo que había vivido ese día. Enojada, casi gritando, le preguntó por qué había enviado la lluvia. No entendía por qué reprobó el examen. Ese niño le tiró su lonche, su mamá llegó tarde, hizo una comida fea, más tarde Pinky le botó el helado. “Para colmo, ¡no me dejas dormir!”- le dijo a Dios.

Sin darse cuenta, a los pocos minutos quedó completamente dormida.

¿Qué estaba haciendo la niña a altas horas de la noche? ¿Dónde oró? ¿Cuál fue su postura de oración? ¿Qué sentimientos invadían su corazón?

A veces queremos esperar llegar al lugar de oración o tener un sentimiento tal para poder presentarnos al Señor. Como estés, como te sientas, debes orar y decirle al Señor todo lo que alberga tu corazón.

Por Galdino Enríquez Antonio

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http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/06/cuales-son-las-posturas-de-oracion-que_28.html

jueves, 7 de julio de 2016

¿Cuántas posturas de oración existen?

“Esté atento tu oído, y tus ojos abiertos, para escuchar la oración de tu siervo, que elevo ahora ante ti, día y noche, por el pueblo de Israel, tus siervos.  Confieso los pecados que los israelitas, incluyéndome a mí y la casa de mi padre, hemos cometido contra ti.” Nehemías 1:6

Salomón oró de rodillas con las manos extendidas al cielo ante el altar de Jehová[i]. En la cumbre del monte Carmelo, Elías oró por lluvia postrado en tierra, colocando su rostro entre las rodillas[ii]. Varios textos más revelan que se acostumbraba orar de pie o con las manos levantadas al cielo (1 Rey. 8: 22; Sal. 28: 2; 63: 4; 134: 2; 1 Tim. 2: 8).

El publicano oró de pie, no queriendo ni aún alzar los ojos y golpeaba su pecho. El fariseo también oró de pie[iii]. Según Mateo 6:5, muchos amaban orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos.

La tradición estableció que ciertas oraciones debían pronunciarse de pie, otras mientras se estaba sentado, caminando, montado en burro o acostado en cama.[iv]

Leer: “Cualidades de una persona de éxito”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/01/cualidades-de-una-persona-de-exito.html

Cyril Brown cuenta que cayó en un pozo y quedó de cabeza. En su angustia y desesperación elevó una oración estando con los pies hacia arriba. Prácticamente oró parado de manos.[v]

Los que se arrodillan en derredor del altar de la familia – aconseja White -, no han de hundir el rostro entre sus manos o en un sillón cuando se dirigen a Dios. Alcen la cabeza y con santa y valiente reverencia, alléguense al trono de la gracia.[vi]


Jesús en ocasión de la alimentación de los cinco mil, oró levantando los ojos al cielo para pedir la bendición de los cinco panes y los dos peces.[vii] Durante la noche de la trasfiguración, Jesús oró postrado humildemente sobre el suelo pedregoso.[viii] Antes de ser aprendido, Jesús oró en el Getsemaní y se postró en tierra.[ix] Oró también desde la cruz, con los pies clavados y con las manos extendidas pidió perdón por los que lo crucificaron. Clamó a gran voz al Padre encomendando su espíritu justo antes de morir.[x]

Como puede notar, no existe una sola forma para orar, y usted tiene la oportunidad de elegir la o las posturas necesarias en un momento dado, pero debe orar.

Por Galdino Enríquez Antonio




[i] 1º Reyes 8:54
[ii] 1º Reyes 18:42
[iii] Lucas 18:11,13
[iv] “Mateo 6:5”. Cometario Bíblico Adventista. Consultado en Biblioteca Electrónica: Fundamentos de Esperanza.
[v] George, Elizabeth. El llamado de una joven a la oración. Editorial Unilit. Miami, Florida. 2005. Pág. 147.
[vi] White, Elena G. de. El Hogar Cristiano. Publicaciones Interamericanas. Mountain View, California. 1979. Pág. 395.
[vii] Mateo 14:19
[viii] White, Elena de G. El Deseado de todas las Gentes. Publicaciones Interamericanas. México D. F. 1977. Pág. 389.
[ix] Marcos 14: 35
[x] Lucas 23:33-46

lunes, 4 de julio de 2016

¿Cuál es tu postura favorita de oración?

“…oye desde el cielo, desde tu morada, su oración y su ruego; ampara su causa, y perdona a tu pueblo que pecó contra ti.” 2º de Crónicas 6:39
 Daniel tenía la costumbre de arrodillarse al menos tres veces al día para orar y dar gracias. Cuando fue proclamado el edicto de rendir adoración, únicamente al rey Darío, por espacio de treinta días[i], Daniel no hizo excepción alguna en cuanto a sus hábitos de oración. El salmista invitaba a postrarse en actitud de adoración, a arrodillarse delante de Jehová[ii].
En uno de sus viajes, el apóstol Pablo junto con los discípulos que lo acompañaban, llegaron a Tiro. Tras varios días de estar allí, para despedirse de los feligreses de esa ciudad, se reunieron todos en la playa y allí oraron de rodillas.[iii] También de rodillas oró Esteban mientras era apedreado a las afueras de Jerusalén[iv].

Leer: “Instrucciones sencillas de Dios”, en:  http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/04/instrucciones-sencillas-de-dios.html 
Sin embargo, distintos personajes bíblicos usaron posturas diversas de oración, como es el caso de los siguientes: Sansón oró apoyado en las columnas que sostenían el templo del dios Dagón de los filisteos[v]. Algunos sostienen que es importante levantar las manos durante la oración, como lo hizo Moisés durante la batalla contra los amalecitas[vi]. En varias ocasiones David hace mención del levantamiento de las manos, como una posición durante la oración[vii]. Jeremías le hace la invitación al pueblo para levantar las manos al Señor[viii] en actitud de oración reverente. También Pablo sugirió a los hombres orar en todo lugar, levantando las manos santas[ix].
El rey Josafat se inclinó con el rostro en tierra para adorar a Dios y el pueblo de Judá junto con él[x]. En el Salmo 149:5 registra que se cante de regocijo aún en las camas. Si algunos cantos son oraciones, también en la cama se puede orar. En cierta ocasión David oró toda una noche acostado en tierra, pidiendo por la salud y la vida de uno de sus hijos.[xi] Jonás difícilmente se colocó en una posición especial desde el vientre del pez donde se hallaba. Tuvo que hacerlo en la posición que le permitió las circunstancias en la que se encontraba.[xii]

Para alabar a Dios, el salmista usaba muchas figuras de júbilo, como el aplaudir, usar instrumentos musicales, levantar las manos con espadas de dos filos, entre otros.
 ¿Cuál es tu estilo o postura favorita de oración?
Por Galdino Enríquez Antonio

Leer: “¿Cuáles son los cuidados que debo tener con la lengua?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/02/cuida-tu-lengua.html



[i] Daniel 6:10
[ii] Salmo 95:6
[iii] Hechos 21:5
[iv] Hechos 7:60
[v] Jueces 16:26-30
[vi] Éxodo 17:11
[vii] Salmo 28:2; 134:2
[viii] Lamentaciones 3:41
[ix] 1º Timoteo 2:8
[x] 2º Crónicas 20:18
[xi] 2º Samuel 12:16
[xii] Jonás 2:1