“Y si alguien
quiere prevalecer contra uno, dos pueden defenderse. Cordón de tres dobleces no
se rompe pronto.” Eclesiastés 4:12
¿Para qué formamos
equipo? ¿Para realizar actividades divertidas o recreativas? ¿Para alentar la vanidad
o para estimular el crecimiento espiritual? ¿Para cumplir caprichos personales
o asumir responsabilidades sempiternas? ¿Para tener charlas frívolas o para
compartir experiencias de cómo Dios dirige nuestras vidas?
¿Con quién haces equipo? ¿Con los
miembros de tu familia? ¿Con los líderes de tu iglesia? ¿Con tu pastor? ¿Con
tus amigos verdaderos? Tal vez tus compañeros de clases influyen negativamente
en ti; cabe la posibilidad que tus conocidos de la colonia no son un buen
ejemplo a seguir. Probablemente tus compañeros de trabajo de hacen invitaciones
que te alejan del ideal de Dios. ¿Con quién entonces?
Como hijos de Dios, es menester
fijarse metas elevadas, objetivos ennoblecedores, acciones aprobadas por Dios.
Ir, por ejemplo, en busca de las almas sumidas en el pecado y traerlas a los
pies de Cristo. Unirse a orar por los jóvenes que sufren los embates del
enemigo. Hacer equipo para visitar a los enfermos y desanimados. Organizar
brigadas a favor de la población menos favorecida.
Leer “¿Con quién haces equipo?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/12/con-quien-haces-equipo.html
Cuando procuras hacer equipo para
éstas y otras acciones, Dios bendice los planes trazados para ello. El Señor
favorece la unidad entre sus herederos. Le encanta ver a sus hijos unánimes,
ayudándose mutuamente, soportando sus cargas entre sí, unidos en servicio y
apoyo colectivo.
Mi invitación es que formes equipos
para el avance de la predicación del evangelio, para pedir el derramamiento del
Espíritu Santo en el mundo entero, para pedir sabiduría para conducirse como es
debido. Trabajar por la unanimidad entre los feligreses. Emprender acciones que
animen a otros a estudiar detenidamente la Palabra de Dios. Promover la
comunión con la Divinidad a través de la oración.
Jesús te invita a
hacer equipo con él. Un día dijo: “separados de mí nada podéis hacer”[1].
Haz equipo con Jesús, es tu mejor elección. Los que hacen equipo con él, harán
mayores obras que las suyas, así lo prometió: "Os aseguro: El que cree en
mí, las obras que yo hago, él también las hará. Y mayores que éstas harán,
porque yo voy al Padre.[2]
¿Con quién y para
qué harás equipo hoy?
Por
Galdino Enríquez Antonio
Leer “Avanzando en la misma dirección”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/12/avanzando-en-la-misma-direccion.html
Leer “El costo de la salvación”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/el-costo-de-la-salvacion.html
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