“Mejores son dos
que uno, porque tienen mejor paga de su trabajo.”
Eclesiastés 4:9
Tras la muerte de Josué, los
ancianos que quedaron al frente del pueblo de Israel, consultaron a Dios sobre
un asunto importante: “¿Quién de nosotros irá primero a pelear contra los
cananeos?”
“- Judá irá – respondió Jehová”.[1]
Judá aceptó gustosamente, pero antes
de iniciar su tarea de conquista, le hizo una invitación a Simeón, su hermano:
“Sube conmigo al territorio que me ha tocado, y peleemos contra el cananeo; y
yo también iré contigo al tuyo".[2]
Al unirse estas tribus en una empresa
establecida por Dios, el Señor bendijo el trabajo en equipo. Fue un éxito
luchar por el bien común. Jehová entregó en sus manos no solo al cananeo, sino también
al ferezeo.
El sabio Salomón reconoció en uno de
sus dichos que: “Mejores son dos que uno”.[3]
Y enumeró varias razones: primero, tienen mejor paga de su trabajo; segundo, si
uno cae, el otro lo levanta; tercero, si dos se acuestan juntos, mutuamente se
calentarán; y por último dice que, si alguien quiere prevalecer contra uno, dos
pueden defenderse mejor.[4]
Leer “Dios llama a los
jóvenes”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/dios-llama-los-jovenes.html
El
caso de Judá y Simeón haciendo equipo, no es el único en el registro bíblico.
Moisés no se presentó solo ante el faraón, lo acompañó su hermano Aarón.[5]
Josué y Caleb se unieron para animar al pueblo que murmuraba tras el informe
negativo de los otros espías.[6]
Cuando Jonatán atacó un puesto militar filisteo, no fue solo; lo acompañó su
paje de armas.[7]
En cada uno de estos casos, el éxito fue contundente.
En repetidas ocasiones, el apóstol
Pablo realizó viajes misioneros siendo acompañado por Bernabé, Silas o Juan
Marcos. Jesús mismo envió de dos en dos a sus discípulos a realizar tareas
específicas, como: ir a buscar un pollino[8],
presentarse y preguntar por el aposento alto[9];
también los envió a predicar el evangelio eterno[10].
Al estudiar estos binomios de
trabajo, descubrimos que hicieron equipo para cumplir con tareas encomendadas
por Dios. En la actualidad se requiere hacer equipos para consumar las diversas
labores confiadas por Dios a su iglesia.
Debemos formularnos un par de
preguntas para reflexionar: ¿Para qué formamos equipo? ¿Con quién hacemos
equipo?
Que Dios bendiga el equipo que has
formado.
Por Galdino
Enríquez Antonio
Leer “Dios te puede
llamar aún”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/10/dios-te-puede-llamar-aun.html
Leer
“Dios llama a los niños a servirle”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/dios-llama-los-ninos-servirle.html
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