jueves, 21 de enero de 2016

No pasa nada

“El hijo necio es tristeza para su padre, y amargura para su madre.” Proverbios 17:25
            Karla tuvo una vida sexual desenfrenada. Nunca imaginó que quedaría embarazada. Jamás pensó que, el que creía que era el amor de su vida, la abandonaría. Como consecuencia de sentirse sola, con un bebé en brazos, cayó en una depresión severa. Quiso salir de este estado de ánimo consumiendo sustancias nocivas. Tuvo otras parejas sexuales y nunca imaginó contraer enfermedades venéreas. Eso no me va a pasar a mí, repetía con frecuencia.
            Hoy enferma y débil, no tiene muchos deseos para seguir luchando por la vida. Le cuesta trabajo levantarse por las mañanas. No siente apetito. Su rehabilitación está en proceso. Sin embargo, los médicos señalan daños cerebrales severos por el consumo de grandes dosis de drogas. Su bebé ya camina y empieza a pronunciar algunas palabras. Karla se pregunta quien cuidará de él cuando ella ya no esté en condiciones para hacerlo.
            Genoveva es divorciada, vive el un departamento pequeño con tres hijos varones. Nunca sospechó que los pequeños golpes que le daba su esposo, serían muy fuertes después. Un día su esposo la maltrato tanto, que le produjo una lesión en la columna vertebral, lo que la confinó a una silla de ruedas.
            El síndrome, a mi no me va a pasar, está destruyendo la vida de muchas personas talentosas. Llenas de vida. Con futuros muy prometedores. No es el deseo de Dios que la feligresía cristiana se vea envuelta en desgracias a tan corta edad. El desea darles a todos el privilegio de la vida. La bendición del éxito está aguardando para el que siga los principios de su ley.
             “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.[1] “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrándesela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tu la hayas abrazado.”[2]
Por Galdino Enríquez Antonio




[1] Proverbios 4:23
[2] Proverbios 4:7,8

No hay comentarios:

Publicar un comentario