viernes, 18 de septiembre de 2015

El otro joven rico

“Eliseo se volvió de en pos de Elías. Tomó un par de bueyes, y los mató. Con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo que comiese.  Después se levantó, fue tras Elías y le servía.” 1º de Reyes 19:21

            En la entrada anterior hablamos del joven que era rico y que los escritores bíblicos no registran su nombre. Pero bien podrías darle el nombre que gustes, es una historia que puede pertenecer a cualquiera que ame las cosas materiales. El joven rico de esta entrega, la Biblia registra su nombre: Eliseo.
            Para que te des cuenta de la magnitud de sus riquezas, analiza lo que el escritor bíblico apuntó de él: “araba con doce yuntas delante de sí, y él estaba con la duodécima.”[1] ¿Qué extensión tenían sus tierras cultivables para tener que ararlos con doce yuntas? ¿Cuán enorme era la troja para guardar las cosechas o el forraje del ganado? ¿Solamente eran once sus criados? No lo dice la Biblia, pero imagínese las respuestas.
            Sin embargo, no dudó ni un momento en seguir al profeta Elías que lo invitó. No para hacer negocios, ni obtener más riquezas, sino para convertirse en un simple servidor. Pero antes de seguir al profeta de Dios, decidió despedirse con un festín.
            Mató un par de bueyes, los cocinó con la leña del arado e invitó a los habitantes de su pueblo para darles la noticia. Me imagino a Eliseo llamando la atención a los asistentes al banquete y compartir su alegría de convertirse en siervo de Elías.
Muchos no lo entendieron, es probable que alguien lo increpara diciéndole: “¿No sabes que Elías es un prófugo de la justicia? El ejército real lo busca por el asesinato de 850 profetas de Baal… además, se cree que cohabitó con una viuda allá en Sarepta…” Y muchas otras cosas, como dejar la comodidad del hogar, un trabajo exitoso o un futuro sin contratiempos.
En fin, lo que quiero resaltar es que, a diferencia del joven rico del Nuevo Testamento, que se fue triste, Eliseo hizo fiesta para festejar su incursión en el ministerio al servicio del Dios vivo. Hoy te encuentras leyendo estas líneas, ¿cómo te sientes al servicio de Dios? ¿Trieste o contento? ¿Alegre o desanimado?
Espero que compartas la alegría de Eliseo y no la tristeza del joven rico, que prefería las riquezas materiales, que el seguir a Jesús.
Por Galdino Enríquez Antonio



[1] 1º de Reyes 19:19

1 comentario:

  1. muy bueno Profe Galdino, muy buena refleccion (y) , solo queda de nosotros analizar que actitud tomaremos; la del Joven rico que rechaza a Jesus y prefiere a sus riquezas o la ctitud de Eliseo, que en lugar de estar triste hace un Festin.........

    solo queda de nosotros.

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