"Dejad los niños venir a mí, y no se lo
impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.” Lucas 18:16
Muchos de los relatos que leemos en
la Biblia, nos cuentan de personas que fueron llamadas a cumplir una función o
a realizar una tarea especial para Dios. Los momentos y las circunstancias en
que Dios los llamó, fueron diferentes, incluso la edad que tenían.
Algunos personajes registrados en la
Biblia, los llamó mucho antes de nacer. Por ejemplo, Jeremías fue designado
como profeta a las naciones antes que se formase en el vientre de su madre.[1]
En el caso de Sansón y Juan el Bautista, Dios se comunicó con sus padres y les
dio el aviso de su nacimiento. También les confió una misión especial que
cumplirían cuando llegara el momento.[2]
Isaac fue el hijo de la promesa
hecha a Abraham, misma que Dios cumplió en el tiempo propicio.[3]
Ciro, el rey persa, fue otro caso especial. Fue escogido por Dios como el
restaurador de Jerusalén,[4]
más de 100 años antes de su nacimiento.[5]
El más extraordinario de estos
nacimientos, sin duda alguna, fue el de Jesús. En el momento del anuncio de su
alumbramiento el ángel dijo: “Él salvará a su pueblo de sus pecados”[6].
Éste era el plan desde antes de la fundación del mundo y estos planes fueron
comunicados a Adán y a Eva tras abandonar el huerto del Edén.
"Dejad a los niños venir a mí –
dijo Jesús – no les impidáis”[7].
Dios se ha tomado el tiempo para llamar a niños y niñas a su servicio. En la
casa de Naamán, el general sirio, vivía una niña cautiva, quien fue instrumento
de Dios para indicar el camino de la sanidad al jefe militar. El niño que
llevaba 5 panes y 2 pececillos aceptó la invitación de Jesús para entregar su
merienda y así alimentar a más de 5000 personas.
También llamó a otros niños, entre
ellos, encontramos a Samuel. Él fue invitado mientras servía en el templo para
realizar una tarea especial. Josías con apenas 8 años, fue aprobado por Dios
para ser elegido rey[8].
Al profeta Jeremías le fue muy clara la reprensión de parte de Dios cuando le
dijo: "No digas, soy un niño. Porque tú irás donde yo te envíe, y dirás lo
que yo te mande.”[9]
Herencia de Jehová son los hijos,
¿qué harás con ellos?
Por Galdino Enríquez Antonio
Leer: “En busca de lo que se ha perdido”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/en-busca-de-lo-que-se-ha-perdido.html
Leer: “Del sueño a la realidad”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/del-sueno-la-realidad.html
Leer: “El joven rico”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/el-joven-rico.html
Leer: “El otro joven rico”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/09/el-otro-joven-rico.html
[1]
Jeremías 1:5
[2]
Jueces 13:1-25; Lucas 1:5-25
[3]
Génesis 15:1-16
[4]
Isaías 44:28
[5]
White, Elena G. de. “La mano de Dios sobre la organización” (miércoles 08 de
septiembre) CONFLICTO Y VALOR. Libro Devocional consultado en la Biblioteca
Electrónica: Fundamentos de Esperanza.
[6]
Mateo 1:21
[7]
Mateo 19:14
[8] 2
Reyes 22:1
[9]
Jeremías 1:7
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