Por
Galdino Enríquez
Gaceta de
BELÉN
Worms, Alemania – 18 de Abril de 1521. Ante la Asamblea de Worms (reunida desde el 28
de enero de 1521 para tratar diversos asuntos del reino), Martín Lutero, monje
agustino, se niega a retractarse de los principios y enseñanzas religiosos
contenidos en sus escritos. Ha sostenido que sólo se retractará si le
demuestran con las Escrituras, y sólo con ella, si sus escritos enseñan alguna
doctrina ajena a la Palabra de Dios.
Con la presencia de seis electores alemanes, representantes
de la Iglesia Católica (legados del Papa, arzobispos y obispos), así como
personalidades de la nobleza (duques, príncipes y embajadores), además del
Emperador Carlos V y gran parte de sus consejeros, Lutero expresó: “no puedo ni
quiero revocar nada reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la
conciencia. Que Dios me ayude. Amén.”
https://corderosanto.blogspot.com/2015/03/ las-5-solas-1-sola-scriptura-sola.html |
Previamente, el monje agustino, quien es catedrático de la Universidad Wittenberg, había señalado
que “A menos que no esté convencido mediante el testimonio de las Escrituras o
por razones evidentes —ya que no confío en el Papa, ni en su Concilio, debido a
que ellos han errado continuamente y se han contradicho— me mantengo firme en
las Escrituras a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera
de la Palabra de Dios.” Estas palabras causaron revuelo entre los presentes a
la asamblea, especialmente entre los clérigos y el mismo monarca.
Durante dos días fue interrogado por el
Vicario de la Diócesis de Tréveris, destacándose principalmente dos preguntas. La
primera de ella estaba destinada a que Lutero reconociera su autoría de los
libros colocados en una mesa frente a los miembros de la Dieta; y la
segunda, señalaba si estaba dispuesto a retractarse del contenido de sus obras
escritas.
El monje agustino reconoció ser el autor de
los libros expuestos, pero solicitó más tiempo para responder a la segunda
pregunta, ya que se trataba de asuntos que tenían que ver con la fe, la
salvación y la palabra de Dios, a lo que el Emperador Carlos V, accedió.
Al siguiente día, 18 de abril de 1521, la sala
lucía repleta de personalidades, así como curiosos que lograron ingresar. Nuevamente,
el Vicario de la Diócesis de Tréveris, le planteó las dos preguntas, con
énfasis en la segunda de ellas. Tras clasificar sus libros en tres grupos,
Lutero señaló que no estaba dispuesto a retractarse, a menos que le refutaran
sus escritos solamente con las Sagradas Escrituras.
Tras estas declaraciones, el Emperador Carlos
V levantó la sesión del día y se retiró. Fuentes extraoficiales señalaron que
era el fin del monje rebelde, quien ha sido excomulgado por el Vaticano desde los primeros días del año en curso, y que su destino era llegar a Roma para ser
enjuiciado y sentenciado a muerte.
Leer “Los orígenes de la Reforma Protestante”,
en: https://gacetadebelen.blogspot.com/2018/10/los-origenes-de-la-reforma-protestante.html
Referencias:
Medina, A. (2018) Los orígenes de la Reforma Protestante.
CDMX, México. Gema Editores.
White, E. (s.f.) El Conflicto de los Siglos. CDMX,
México. Publicaciones Interamericanas.
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