domingo, 20 de diciembre de 2020

¿Por qué no quieres ir al cielo?

Existen algunas ideas entre los hombres que desalientan el deseo de muchos por llegar al cielo e iniciar una eternidad junto al Salvador y los redimidos.

 

Por Galdino Enríquez Antonio

Gaceta de BELÉN

 

Desde la ventana de la oficina donde me encontraba, pude ver a un alumno de la Escuela Preparatoria (Bachillerato en México), sentado en un par de tabiques grises que había apilado cerca de la barda perimetral norte del colegio. Por un momento pensé que estaba en la espera de indicaciones y continuar con alguna actividad académica que requería que se mantuviera apartado de la clase por un momento, pero eso no ocurrió.


Se encontraba apoyando su barbilla en la mano izquierda, mientras apoyaba su codo descansaba sobre la rodilla izquierda. Con su mano derecha recogía piedras pequeñas y las lanzaba como dardos a una lata de aluminio vacía, la cual era el objeto de sus tiros al blanco imaginario. Su rostro reflejaba enojo, molestia, rabia, o tal vez todos esos sentimientos juntos.

Como responsable de asuntos estudiantiles, me retiré del escritorio donde revisaba expedientes de algunos estudiantes, para indagar lo que sucedía con este chico. Miré el reloj y era un poco más de mitad de un periodo de clases, en el que se suponía que todos los alumnos estarían realizando actividades académicas en sus aulas. Al cruzar el patio de la escuela, percibo que no había clases de Educación Física en las canchas o que algún docente realizaba actividades en los espacios exteriores de la institución.

Así que me acerqué a él para conocer lo que ocurría y le pregunté:

-        ¿Te encuentras bien?

-        Mmmju – fue su respuesta sin quitar la mirada de su diana improvisada.

-        ¿No tienes clases? – quise saber

-    Sí, pero el profe me pidió salir de la clase – fue su respuesta mientras respiraba profundamente.

-        ¿Y por qué te sacó de la clase el maestro?

-      No me gusta la clase… me aburre, pues me pidió salir porque estaba haciendo otras “cosas”, y no las asignaciones de la clase – manifestó

-        Ah, ¿y qué clases es?

-        Es la clase de Biblia – dijo en tanto lanzaba una piedra atinándole a la lata colocada a unos metros de donde se encontraba.

-        ¿Y por qué no te gusta la clase de Biblia? – pregunté

-        Eso del cielo y esas cosas no van conmigo…

-        ¿Por qué…? ¿No te gustaría ir al cielo?

-      No. Me parece aburrido pasarme todo el tiempo tocando un arpa o cantando en un coro, vestido de ángel…

Así como este chico, muchas personas tienen algunas ideas sin fundamento, sobre el cielo. El cielo no sólo es arpas y coros, tampoco se limita a estar vestido como ángeles. Dios tiene grandes planes para sus hijos. Si realizó grandes prodigios durante la semana de la creación, imagínese lo que tendrá preparado tras dos mil años de haber regresado al cielo y prometernos preparar un lugar para nosotros. 

Usted puede aclarar sus conceptos acerca del cielo estudiando los tópicos tratados en el folleto de Escuela Sabática de esta semana, titulado: El cielo, la educación y el eterno aprendizaje. Le invitamos a dedicar tiempo al estudio de la lección cada día… Dios sea su guía durante el estudio de esta semana…


¿Qué otros ideas erróneas acerca del cielo conoce? Coméntenos esas ideas...

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