“Así,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos.” 1ª Timoteo 6:8
Las
mejores noches para descansar y dormir sin preocupaciones, siempre serán los
viernes para mí. Pero cierta noche de viernes, las preocupaciones me impidieron
cerrar los ojos y disfrutar de un dulce sueño. Me acosté de mi lado derecho,
luego boca arriba, me cambie de lugar y no conseguí dormir. Y en medio de la
noche oscura, sin luna ni viento que moviera los árboles, comienzo a platicar; si, a platicar con Dios y descargar mis penas con
él.
Le
pedí su cuidado para mis padres en la lejanía, por mi hijo que se encontraba en
el campamento de conquistadores. Oré para
que calmara mis temores y ocultara de mi presencia las desilusiones. Claro,
no podían faltar los temas que tienen que ver con lo económico y las
dificultades que acarrea. Me sentía incapaz de salir adelante con los
diferentes compromisos y obligaciones financieras de la familia. Fue una charla larga.
No
recuerdo en que momento el sueño llegó y quedé profundamente dormido. Lo que si
recuerdo vívidamente fue el sueño que tuve esa noche y quiero compartirlo con
los lectores. En ese sueño se me
presentó Dios mismo. Me llamó por mi nombre y me pidió que lo acompañara.
Me llevó con él hasta el hogar de un hombre, quien se encontraba sentado frente
al comedor. Éste se tomaba la cabeza con
las manos sumido en la más profunda y negra de las tristezas, con los ojos
llenos de lágrima respiraba lenta, pausada y profundamente.
- - “Este hombre tiene a su esposa enferma de cáncer” – me dijo Dios. Quedé atónito ante la noticia.
- - “Este hombre no tiene trabajo” – comentó el Señor.
- - “Los hijos de este hombre tienen hambre y no les trajo de comer.”
- - “Tu esposa no está enferma, tienes trabajo y la comida no falta en tu mesa.”
Él
puede hacer mucho más por nosotros si le permitimos que actúe conforme a su
divina providencia. Hoy solo tengo palabras de gratitud hacia Dios por lo que
me ha dado. Y mientras escribo estas líneas, viene a mi mente el pasaje escrito
por el apóstol Pablo, registrado en 1ª de Timoteo 6:8: “Así, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos.”
Por Galdino Enríquez Antonio
Leer “¿Qué es la
oración realmente?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/06/que-es-la-oracion-realmente.html
Leer
“¿Cuántas posturas de oración
existen?”, en:
Leer
“¿Cuál es tu postura favorita de oración?”, en:
Leer “¿Por qué
deberíamos orar?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/06/por-que-deberiamos-orar-todos.html
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