“Tú no eres un Dios que se
complace en la maldad. El malo no habitará junto a ti.” Salmo 5:4
“En
primer lugar, debe de haber en nuestros
corazones un deseo real. Las palabras formales no constituyen la oración;
debemos desear una cosa y comprender que para obtenerla dependemos de Dios.”
(J. P. Miller)
Además, es necesario "que
sintamos necesidad de ayuda que él
pueda dar.”[1] “El
corazón debe estar abierto a la influencia del Espíritu de Dios.”[2]
“Todas las cosas son posibles para el que
cree; y todo lo que deseamos cuando oramos, si creemos que lo vamos a
recibir, lo obtendremos.”[3]
“Tome
tiempo para orar, y mientras ora, crea
que Dios lo escucha. Ore con fe. No siempre recibirá una respuesta
inmediata; pero es aquí donde se prueba su fidelidad.”[4]
“La
oración del alma arrepentida y contrita, será siempre aceptada.”[5]
“Si usted
se humilla delante de Dios, confiesa sus pecados y le pide el don del
arrepentimiento”[6],
nada detendrá a Dios para enviarnos sus bendiciones. Una
escritora apuntó lo siguiente: “El Señor me ha mostrado que cuando el Israel de
hoy, se humille delante de él, y quite toda inmundicia del templo de su alma,
Dios escuchará sus oraciones.”[7]
“Si
esperamos que nuestras oraciones sean oídas, debemos perdonar a otros como esperamos ser perdonados nosotros.”[8]
Una
interesante condición para que recibamos las bendiciones del cielo, es orar con perseverancia. El apóstol
Pablo le declaró a los colosenses que “perseveraran en la oración, velando en
ella con acción de gracias.”[9]
“Jacob
prevaleció porque fue perseverante y decidido. Su experiencia atestigua el poder de la oración insistente.”[10]
En Romanos 12:12, se registra un interesante consejo, que seamos “constantes en
la oración”.
Cuando
oramos en el nombre de Jesús, lo hacemos porque eso “significa que hemos
aceptado su carácter, manifestamos su espíritu y realizamos sus obras.”[11]
¿Estás
preparado para que tus oraciones sean contestadas?
Por Galdino Enríquez
Antonio
Primera Parte: leer “No se ve”, en http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/11/no-se-ve.html
Leer: “Dios al control”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/10/dios-al-control.html
Leer “Los costos de un pretexto”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2015/10/los-costos-de-un-pretexto.html
[1]
Camino a Cristo, pág. 85
[2]
Camino a Cristo, pág. 85
[3]
Fragrantes promesas, pág. 18
[4]
Fragrantes promesas, pág. 163
[5]
Camino a Cristo, pág. 86
[6]
Randy, pág. 81
[7]
Fragrantes promesas, págs. 130-131
[8]
Camino a Cristo, pág. 87
[9]
Colosenses 4:2
[10]
Patriarcas y profetas, pág. 201
[11]
DTG, pág. 621