“El
sacrificio de los impíos es abominación al Eterno, la oración de los rectos es
su gozo.”
Proverbios 15:8
Hoy
dejaré que las promesas registradas en las Sagradas Escrituras, hablen por sí
solas. Deseo que sean como un bálsamo a tu corazón y aliento para tu cansado
ánimo. ¡Disfrútalos!
“Antes
que clamen, responderé yo; mientras estén aun hablando, yo habré oído.”[2]
“Clama
a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas, que tú no sabes.”[3]
“Pedid,
y os darán; buscad, y hallaréis; llamad, y os abrirán. Porque todo el que pide,
recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abren. ¿Qué hombre de vosotros,
si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿Y si le pide un pescado, le dará
una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro padre que está en los cielos, dará buenas
cosas a los que piden?[4]
“Porque
nada es imposible para Dios.”[5]
“Os
aseguro: El que cree en mí, las obras que yo hago, él también las hará. Y
mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis al Padre
en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo
pedís en mi Nombre, yo lo haré.”[6]
“El
que no eximió ni aun a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él gratuitamente, todas las cosas?”[7]
“Mi
Dios, pues, suplirá toda necesidad vuestra, conforme a su gloriosa riqueza en
Cristo Jesús.”[8]
“Esta
es la confianza que tenemos en él, que si pedimos algo conforme a su voluntad,
él nos oye. Y si sabemos que nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos
que tenemos lo que le hemos pedido.”[9]
¡Que Dios cumpla hoy sus
promesas en ti!
Por
Galdino Enríquez Antonio
Leer “¿Qué es la
oración realmente?”, en: http://gacetadebelen.blogspot.mx/2016/06/que-es-la-oracion-realmente.html