La naturaleza de los hombres cambió con la entrada del pecado en la tierra. La humanidad dejó de seguir a Dios para esconderse de él, revelarse y hasta perseguir a quienes confiaban en él. En el caso de Abraham, su naturaleza no era muy distinta a la nuestra hoy en día. Sus temores, su falta de fe, su deseo de resolver las cosas por sus propios medios, estuvieron presente con él, así como ocurre con muchas personas en la actualidad.
Pero Dios, fiel a sus propósitos, se buscó a un mensajero para enviarlo con una encomienda que concierne a todo el mundo. En Abraham encontró a alguien que, en medio de sus imperfecciones, decidió obedecerle y, con su ayuda, permitirle creer en las promesas que le estaría planteando. Las dudas y las pruebas que enfrentó el patriarca lo encaminaron a aumentar su confianza en Dios. No fue sencillo por que no estuvo exento de dificultades sociales y/o familiares.
Cuando Abraham comprendió la magnitud de su misión y los
alcances de la misericordia divina, no limitó su confianza en el Señor: entregó
a su hijo en sacrificio, con la seguridad de que Dios puede devolver a la vida
a los fallecidos; intercedió por Lot y sus conciudadanos, a pesar de la
condición pecaminosa en que vivían, pero sin olvidar que Dios podría obrar en
favor de un pueblo con tales credenciales.
Hoy deberíamos imitar el sacrificio, los esfuerzos, la
hospitalidad, la lealtad, la fe, la seguridad que Abraham llegó a desarrollar. Preocuparse
por los suyos y por aquellos que Dios ama en medio de este mundo de pacado y
que no tienen quien los conduzca a la Luz. Abraham es un ejemplo de
cristianismo que todo seguidor de Jesús debería imitar, no en sus dudas, tampoco
en sus decisiones poco prudentes, sino que, a pesar de ellas, supo mirar a Aquel
que pronto vendrá por sus hijos y vivirá por la eternidad con ellos.
Le animamos a resolver los siguientes planteamientos en
forma de repaso del estudio de esta semana:
OPCION MÚLTIPLE:
Indique la respuesta correcta para los siguientes planteamientos
entre las opciones dadas en cada caso.
El pacto hecho con Abraham pertenece a:
A los descendientes de Abraham
A los habitantes de todas las naciones
A los habitantes del Medio Ambiente
Entre ellos, la gente tenía que ganarse la salvación de
sus dioses:
En los judíos
Entre los mesopotámicos
Entre los egipcios
Significa que los descendientes de Abraham vivirían una esclavitud
de 400 años:
El sacrificio de los animales
El acecho de las aves de rapiña
La risa de Saraí
El “Ángel de Jehová”, se identifica mayormente con:
Jehová
Jesús
Gabriel
Es la señal del pacto abrahámico:
El sacrificio de Isaac
La circuncisión
El sacrificio de los animales
Significa “la princesa”:
Agar
Sara
Saraí
Es el significado del nombre de Isaac:
Se rio
Se ríe
Se reirá
La hospitalidad es tan sagrada que está dirigida a:
A los extranjeros
A Dios mismo
A los conciudadanos
Abraham intercedió por ____________ ente la inminente
destrucción de Sodoma
Lot y su familia
Los justos
El pueblo
FALSO – VERDADERO:
Considere si los siguientes enunciados son falsos o
verdaderos, según lo estudiado en esta semana:
_______ El cumplimiento de las promesas de Dios depende de
nuestra justicia
_______ El retorno de los hijos de Abraham a Canaán
prefigura el regreso de los hijos de Dios al Jardín del Edén
_______ Las estrategias humanas suponen ser tan eficaces que
la fe en las promesas de Dios
_______ Nuestra actuación al margen de la voluntad de Dios
nos acarrea problemas futuros
_______ Dios se identifica más como un ser hospitalario,
antes que un extranjero hambriento
_______ Los hombres siguen soñando con prosperidad y placer
_______ Los justos que viven en una ciudad cumplen una
función protectora
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